
Con tan solo 32 años de edad, la salvadoreña Jessica Beatriz Cortéz se convirtió en la primera inmigrante salvadoreña en morir por coronavirus en el sur de California.
El Covid-19 se llevó en menos de una semana a la joven salvadoreña que había migrado hace menos de tres años a Estados Unidos.
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La mujer se presentó a trabajar el pasado lunes 23 de marzo, sin embargo, poco después aparecieron síntomas como dolor de cuerpo y escalofríos. Su cuadro clínico sorprendió a sus familiares, ya que ella trabajó hasta la semana pasada sin ningún inconveniente.
«Empezó quejándose de un dolor en su cuerpo, que lo sentía pesado, cansado. De repente tuvo escalofríos», dijo César Cortéz, hermano de la víctima, en entrevista con Telemundo 52.

«Fue en menos de una semana… Recibí una llamada que estaba muy grave y que no creían que (el coronavirus) la librara. Dejé lo que estaba haciendo y me fui al hospital y cuando llegué, ya había fallecido», lamentó.
Jessica ingresó el viernes 28 de marzo al hospital y murió el siguiente dia, su familia desconoce si tenía alguna enfermedad preexistente. Deja una hija de nueve años, de quien no tuvo oportunidad de despedirse.
«La parte dura es que, en verdad, murió en soledad», dijo su hermano. «No vamos a tener acceso ni a ver la cremación».
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La madre se convierte en la séptima salvadoreña que muere en el extranjero debido a la pandemia, según un reporte de la Cancillería de El Salvador. Su familia se encuentra actualmente en cuarentena.
Cortéz, quien vivía en Huntington Beach, había emigrado hace menos de tres años desde El Salvador, en donde aún residen sus padres, según informó Telemundo 52.