Tras el encierro que el mundo entero esta viviendo por la cuarentena en la que nos somete el Covid-19, la capa de ozono se está recuperando.

Ademas, se notaron cambios en los patrones de circulación aéreos del Hemisferio Sur. 

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Los investigadores demostraron que las variaciones se estancaron y podrían hasta revertirse, respecto al último estudio realizado en 1987.  

Por tanto, la disminución de ozono logró reforzar los vientos del vórtice polar, creando un efecto en descenso hacia las capas más bajas de la atmósfera terrestre. 

Hasta el momento, estos cambios se habían vinculado a las pautas de cambios climáticos en el Hemisferio Sur por la caída de lluvias en Sudamérica, este de África y Australia.

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Luego de la entrada en vigencia del Protocolo de Montreal, que limita el uso de sustancias destructora de ozono, la capa comenzó a tener una leve mejoría a principios de 2000.