Una enfermera, identificada como D’neil Schmall, se mudó recientemente a Nueva York para ayudar a los pacientes con Covid-19 que ingresan a la unidad de cuidados intensivos.

En un video, la enfermera de 35 años narra la última jornada que realizó y que le resultó «muy difícil» pues fue «un día realmente duro» porque terminó «cansada de entrar en habitaciones donde los pacientes están muertos»: ‘simplemente, entras en una y hay un cadáver'», dijo entre lágrimas la mujer.

En la descripción del video, la enfermera explicó que lloró durante una hora antes de poder recuperar la calma y registrar su relato en la habitación del hotel donde se encuentra.

Schmall contó que tanto sus compañeros como ella solamente están durmiendo entre 4 a 5 horas y caminan «de 13 a 17 kilómetros en un turno de 13 a 15 horas, 5 o 6 días a la semana«, a cada enfermero se le ha asignado «entre 10 y 16 pacientes» y «la mayoría» de los equipos de protección del personal médico son «de plástico».

D’neil Schmall reveló que una de las peores partes de su trabajo es decirles a las familias que sus familiares han muertos, pues ella señala que los que componen el personal médico «también son humanos», así que «ahora es el momento en que todos deberíamos tener compasión el uno por el otro y, al menos, tratar de reconocer por qué pasa otra persona».

«Siento tanta tristeza por mis compañeros enfermeros, hermanas y hermanos, que han perdido la vida cuidando a las personas», lamentó D’neil Schmall, quien añadió que no cree que «la gente entienda lo estresante que es este trabajo».