Google, dedicó este lunes 21 su doodle a la periodista mexicoamericana, activista y defensora de los derechos civiles, Jovita Idár (1885-1946).
Representa la escena en 1914 cuando Jovita Idar se interpuso en el camino de los Texas Rangers para intentar evitar que cerraran la redacción de el periódico El Progreso, donde había expresado sus críticas a la participación del ejército estadounidense en la Revolución Mexicana en un editorial. Idar se interpuso en su camino y los obligó a retroceder.
¿Pero quién fue Jovita Idar?
Además de periodista, Idar fue educadora, enfermera y activista mexicoamericana pionera en la lucha por los derechos civiles mexicoamericanos a principios del siglo XX.
Idar fue elegida presidenta de la Liga de Mujeres Mexicanas en 1911, una organización feminista adelantada a su tiempo en unir a las mujeres en torno a los temas críticos de educación, sociales y políticos que enfrentaba la comunidad mexicoamericana.
Jovita Idar nacida en la ciudad fronteriza de Laredo, Texas en 1885, en un momento en que los mexicoamericanos enfrentaban una discriminación desenfrenada en el estado.
Se convirtió en maestra en 1903, pero luego renunció para unirse al influyente periódico activista de su padre, La Crónica (The Chronicle). A través de sus artículos, Idar se pronunció contra la discriminación, luchó por el sufragio femenino y afirmó la importancia de la cultura mexicana.
Ella y su familia ayudaron a establecer el Primer Congreso Mexicano para organizar a los mexicoamericanos en Texas en la lucha por los derechos civiles. Sobre la base de la participación femenina en el congreso, Idar fundó la Liga de Mujeres Mexicanas y se desempeñó como su presidenta.
En 1914, Idar continuó su revolucionaria carrera periodística en el periódico El Progreso. Sin miedo de hacer oír su voz, expresó sus críticas a la participación del ejército estadounidense en la Revolución Mexicana en un editorial, que resultó en un intento de los Texas Rangers de cerrar la publicación.
La imagen representa cuando los oficiales se dirigieron a la oficina de El Progreso, Idar se interpuso en su camino y los obligó a retroceder.
Regresó a La Crónica y eventualmente dirigió el periódico con sus hermanos, usando sus páginas para continuar su búsqueda de justicia. Se mudó a San Antonio, Texas, donde llevó adelante su activismo como líder prominente en la comunidad de la ciudad, incluida la apertura de un jardín de infancia gratuito, sirviendo como traductora de español en un hospital local y enseñando cuidado de niños e higiene femenina.