
Jim Caviezel se convirtió en Jesús de Nazaret para la película dirigida por Mel Gibson. Para poder representarlo, superó pruebas físicas, inconvenientes en el rodaje y hasta sucesos místicos. Si bien la película fue un éxito global y su participación fue sublime, no consiguió protagonizar otro papel.
Caviezel creció en una familia católica. Una lesión en el pie le impidió su sueño de jugar en la NBA, pero su altura de casi un metro noventa, sus ojos claros y buen porte le permitieron formar parte del modelaje y la actuación.
En 1998, le ofrecieron ser el soldado Robert Witt en La delgada línea roja y saltó de la categoría de actor del montón a la de talentoso. Encadenó una serie de películas: Frequency, Mirada de Ángel y La venganza del Conde de Montecristo.

Cuando Gibson lo llamó, le advirtió que el personaje sería muy difícil y que de aceptar, podría ser marginado en Hollywood. Pero, el actor aceptó: «Creo que tenemos que hacerlo, aunque sea difícil. Y algo más, mis iniciales son J. C. y tengo 33 años. No me había dado cuenta hasta ahora».
Antes de comenzar el rodaje, el actor tuvo una audiencia con el entonces papa Juan Pablo II, quien lo bendijo. Las condiciones de trabajo fueron extremas para el protagonista. Su maquillaje implicaba ocho horas de tarea y durante la grabación se interrumpía para retocarlo.

Para la toma del camino al calvario cargó una cruz de 70 kilos. El peso era tanto que le dislocó el hombro, situación que quedó registrada para la pantalla. La crucifixión fue peor. Sufrió ataques de hipotermia, sus músculos temblaban de un modo tan violento que decidieron acercarle tres calentadores.
Intentaba comer algo, pero solo tenía náuseas. En una de las jornadas y con un viento fuertísimo, uno de los soportes de la cruz cedió y le provocó más dolor en su hombro. En otra de las jornadas comenzó una tormenta y sufrió una descarga eléctrica que quemó parte de su pelo aunque sin mayores consecuencias.

A pesar de todos esto, el actor dijo que era una «experiencia espiritual». Caviezel aseguraba sentir la «gran presencia» de Jesús en algunos momentos del rodaje.
Luca Lionello, quien interpretó a Judas había dicho que era ateo pero al terminar el rodaje se convirtió al catolicismo, se confesó y bautizó a sus hijos. Uno de los jefes técnicos que era musulmán también se convirtió al cristianismo.
La filmación duró cinco meses. Con un presupuesto de USD 30 millones recaudó USD 611 millones en todo el mundo. Tuvo tres nominaciones a los Premios Oscar pero no ganó ninguna.
— Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto de púrpura; y, acercándose a él, le decían: «Salve, Rey de los judíos.» Y le daban bofetadas.
— David Boone de la Garza 🇲🇽 (@Boonepolis) April 10, 2020
La pasión de Cristo es un llamado de amor a dejarnos salvar.#ViernesSanto #Fe 🙏 pic.twitter.com/mZ0n9nWQIR
Sin embargo, desde ese papel no volvió a participar en el cine. Pasó desapercibido en el thriller psicológico Mentes en blanco y en Déjà Vu. Pudo haber sido el Superman de Superman Returns, pero Bryan Singer lo rechazó porque creía que la gente lo acabaría identificando con Cristo. Hace dos años protagonizó Pablo, el apóstol de Cristo. En 2019, estuvo en El sonido de la libertad, sobre el tráfico de personas.
Jim Caviezel está casado hace 15 años con Kerri Browitt, una profesora de secundaria a la que conoció en una cita a ciegas. Tiene dos hijos adoptados de nacionalidad china.